En nuestra época, la brecha digital se ha convertido en una preocupación que afecta a toda la sociedad, y el campo de la educación sin duda queda también afectado. Cuando en educación (en su sentido más amplio) hablamos de brecha, nos referimos a la disparidad en el acceso y uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) entre diferentes grupos de personas, en este caso de menores. Esta disparidad se ha puesto de manifiesto en toda su cruda realidad en el período de confinamiento con la pandemia Covid19, donde millones de niños y niñas quedaron encerrados y su único acceso a la educación fue a través de los medios tecnológicos.
La educación es un derecho fundamental que debe estar disponible para todos y todas, sin importar su origen socioeconómico, geográfico o cualquier otra barrera. Sin embargo, la brecha digital en período de pandemia creó, o más bien puso de relieve, algo que ya se sabía o intuía: una desigualdad en el acceso a la educación, que a su vez puede aumentar las desigualdades sociales existentes. Los niños y niñas que no tienen acceso a la tecnología y a la conectividad a Internet están en desventaja en comparación con aquellos que sí lo tienen.
Una de las principales formas en que la brecha digital afecta la educación es a través del acceso desigual a recursos educativos en línea. Cada vez más, las instituciones educativas formales y también los espacios educativos de educación no formal utilizan plataformas en línea, recursos digitales y herramientas interactivas para mejorar el aprendizaje. Sin embargo, los chicos y chicas que carecen de acceso a Internet o dispositivos electrónicos se ven privados de estas oportunidades de aprendizaje en línea. Esto puede limitar su capacidad para adquirir habilidades digitales, acceder a materiales educativos actualizados y participar plenamente en el proceso educativo.
Es importante destacar que la brecha digital no se limita únicamente al acceso a la tecnología, sino también a la competencia digital. Incluso si los estudiantes tienen acceso a dispositivos y conectividad, si no tienen las habilidades necesarias para utilizar las herramientas digitales, no podrán aprovechar al máximo las oportunidades educativas que ofrece la tecnología. Por lo tanto, es crucial que se brinde capacitación y apoyo adecuados para desarrollar la alfabetización digital tanto en los espacios formales como en los espacios informales. Un ejemplo claro es la utilización del móvil que, si bien saben perfectamente cómo utilizarlo, no siempre conocen las posibilidades educativas que también puede tener.
Para abordar la brecha digital en la educación, las entidades sociales que trabajamos en Vallecas hemos visto necesario implementar estrategias que promuevan la inclusión digital. Esto implica por una parte formarnos como educadores/as, conocer los recursos y ser capaces de trasmitir esos conocimientos, formación que las distintas entidades han ido adquiriendo a lo largo de estos años con especial incidencia en pandemia y postpandemia. Por otra parte en los espacios de las asociaciones y de la propia plataforma se ha garantizado el acceso a Internet y en los espacios de apoyo educativo y ocio se buscan contenidos digitales accesibles y de calidad. Quedaba, sin embargo, una parte importante, que es garantizar el acceso a dispositivos electrónicos de una mínima calidad en cantidad suficiente para todos los menores participantes en los programas. Esto por su coste económico es de difícil solución para el tercer sector en la que la mayoría de la financiación pública excluye los bienes de inversión en sus convocatorias.
Es un desafío complejo que requiere la colaboración de todas; Instituciones públicas, entidades sociales y el sector privado. Solo a través de esfuerzos conjuntos y una inversión sostenida en infraestructura, capacitación y acceso a recursos digitales, podemos trabajar hacia una educación más equitativa y accesible para todos.
En nuestro caso Coordinadora Infantil y Juvenil de TL de Vallecas y dentro de este proceso de digitalización se puso en marcha el proyecto “ Compartiendo esfuerzo” para la adquisición de infraestructura tecnológicas y equipos.
Se ha hecho a través de la CONVOCATORIA POR PARTE DE LA COMUNIDAD DE MADRIRD DEL PROCEDIMIENTO DE CONCESIÓN DIRECTA DE SUBVENCIONES DESTINADAS A DESARROLLAR PROYECTOS DE INVERSIÓN PARA FOMENTAR LA AUTONOMÍA DE LOS USUARIOS Y EL MODELO DE ATENCIÓN CENTRADO EN LA PERSONA Y PARA LA ADQUISICIÓN DE EQUIPAMIENTO TÉCNICO Y TECNOLÓGICO DE LOS CENTROS DE SERVICIOS SOCIALES Y DE LAS ENTIDADES DEL TERCER SECTOR, CON CARGO AL PLAN DE RECUPERACIÓN, TRANSFORMACIÓN Y RESILIENCIA (FINANCIADO POR LA UNIÓNEUROPEA-NEXT GENERATION EU).
Este proyecto ha permitido dotar a 15 espacios socioeducativos de:
- 174 dispositivos tablets con sus correspondientes teclados inhalámbricos
- 17 ordenadores portátiles
- Software ERP para trabajo conjunto.
Con esta dotación se complementa el trabajo que en inclusión digital se realiza por parte de la plataforma en el aspecto de adquisición de hardware que permite a los menores un acceso en igualdad de condiciones a los recursos tecnológicos existentes y a la adquisición de competencias digitales en igualdad de oportunidades.