Los niños y niñas de primaria llegan a clase el día 20 de enero después de casi un mes sin pisar el colegio. Esto ha sido igual para todos los estudiantes de nuestra región. Pero hay alumnos y alumnas que han tenido clase virtual, y otros no, unos se han podido conectar para bajarse los ejercicios con un smartphone, ordenador o Tablet, y otros no. Unas alumnas han podido seguir la clase con la plataforma virtual, y otras no. Hay profesorado que ha visto a sus alumnos, y otros no… Hay alumnado que ha aprendido estos días… y otros no.
Ya hemos hablado mucho que la situación de la pandemia y el confinamiento de los estudiantes de primaria y secundaria ha supuesto según el colegio, el IES, la situación familiar y económica una diferenciación en torno a poder aprender y tener una educación de calidad. La situación de la limpieza de la calles en nuestra ciudad por la nevada filomena y no poder acceder al centro educativo, ha vuelto a crear diferentes niveles de acceso a la educación.
En este caso el no tener acceso al colegio o al IES ha perjudicado a aquellas familias que tienen recursos limitados para seguir las clases virtuales -esto no es nuevo- pero que estén perjudicados por no poder acceder al colegio porque las calles no están limpias, es nuevamente una limitación de los derechos a la educación.
Apostamos claramente por una visión de la educación inclusiva que priorice con recursos y estrategias a nuestros niños, niñas y adolescentes que tienen menos oportunidades y que se merecen su derecho a la educación.