11.05.2020.-

Desde la comisión de Jóvenes de Coordinadora Inf y Juvenil de Tiempo Libre de Vallecas estamos poniendo especial esfuerzo en dar voz a la juventud de los distritos donde trabajamos.  Este empeño se hace más acuciante al ver que en estos momentos de pandemia es el colectivo más invisibilizado.

Nos hemos querido centrar en los chicos y chicas que están acabando el bachillerato y en los que están realizando estudios posteriores, en concreto ciclos formativos de grados medios y grados superiores.

Es verdad que el alumnado que se encuentran en 2º de bachillerato al menos están teniendo su cuota de pantalla siempre y cuando nos estemos refiriendo a jóvenes que están pendientes de la EBAU.

Pero existe un colectivo muy amplio de jóvenes cuyo objetivo académico no pasa por la EBAU y la universidad. Estos chicos y chicas se enfrentan a situaciones que nos cuentan cuando hablamos con ellos y ellas, cuando les preguntamos qué tal están y qué les preocupa. Para empezar, romperemos un estereotipo, la juventud está preocupada, por el presente y por el futuro, y no, no son ninis. Sus mayores preocupaciones o fuentes de preocupación son:

  • Falta de información sobre todo lo relacionado con sus estudios: como van a finalizar el curso, qué pasa con sus prácticas, si el aprendizaje que están recibiendo en estos momentos es adecuado y útil. Esto les genera mucha incertidumbre.
  • Muchos de ellos y ellas tienen una carga elevadísima de trabajos y tareas. Para poder ir al día tienen que trabajar más de lo equivalente a una jornada normal el en centro educativo.
  • Dependiendo del centro donde estén matriculados existe un seguimiento bastante discreto.
  • Notan que la motivación va disminuyendo a medida que pasa el tiempo. En muchos casos relacionado con las anteriores cuestiones, sobre todo la de la desinformación o informaciones contradictorias.

Desde la Comisión queremos hacer constar que:

  • Es muy complicado para los y las jóvenes tener el nivel de autonomía que exige este modelo teniendo en cuenta que durante toda la formación presencial la autonomía no se ha fomentado. Aun así, la respuesta por parte de muchos jóvenes está siendo asombrosa
  • Los y las jóvenes, igual que está haciendo el personal docente, están teniendo que readaptarse a marchas forzadas al nuevo sistema, en algunos casos con muy pocas indicaciones de como hacerlo
  • En contra de lo que generalmente se piensa, este colectivo no tiene un manejo fluido de las herramientas informáticas necesarias para el seguimiento de una formación a distancia
  • La brecha digital acentúa exponencialmente la brecha social
  • Las entidades sociales están asumiendo una gran carga de trabajo al tener que hacer de profesores, acompañantes y en muchas ocasiones enlaces entre los jóvenes y los centros educativos
  • Por todo esto entendemos que:
  • La información es fundamental tanto para su organización autónoma personal como para bajar los niveles de ansiedad que genera la incertidumbre.
  • Hay que homogeneizar tanto los contenidos de la formación en este periodo en todos los centros (¿repaso de materia, avance de temario?) como la metodología de trabajo para asegurar que la formación siga siendo de calidad.
  • Hay que conseguir que los posibles sistemas de evaluación (aprobado general, tener en cuenta la evaluación hasta el inicio del estado de alarma, evaluación a través de trabajos) no ensanche la brecha social, perjudicando siempre a las mismas personas.
  • Hay que dotar a las entidades de los recursos tanto materiales como humanos (en estos momentos tan complicados es fundamental que los equipos humanos que llevan tiempo trabajando con los jóvenes y que por tanto son referentes para ellos tengan garantías de continuidad en sus puestos) necesarios para el desarrollo de las funciones que ya están realizando y que quedan por delante cuando se vuelva a la normalidad.

Con esto, queremos que el horizonte, que los y las jóvenes ya en situaciones normales ven con cierta incertidumbre en algunos ámbitos de sus vidas, ya sea por motivos evolutivos o sociales, tenga un poco más de claridad y les resulte algo más fácil salir de esta situación de una manera sana. 
Obviamente el trabajo que queda cuando lleguemos a la nueva normalidad no va a ser sencillo y tanto la juventud como las entidades, como las administraciones, vamos a tener que hacer un gran esfuerzo conjunto.

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