Uno de los principios fundamentales de la Convención sobre los derechos de la infancia, el derecho a la participación infantil, es aún el gran desconocido por instituciones, familias y lo propios menores. Aunque hay avances, es un área de trabajo donde queda mucho aún por hacer.
La participación es esencial en el crecimiento; implica el desarrollo de la autoconfianza, la autoestima, la iniciativa, la responsabilidad… es con lo que los niños y niñas aprenderán a hacerse cargo de su vida y a resolver sus problemas.
Sin embargo no es fácil para la infancia; a participar se aprende “ participando “y es difícil en un mundo de adultos encontrar los espacios donde los menores puedan hacerlo. Algunas experiencias de participación infantil que obligan a los niños y niñas a manifestarse desde formas puramente verbales o con esquemas rígidos de la vida adulta terminan fracasando y no permite a los menores mostrar su capacidad para tomar decisiones sobre aspectos que les afectan. Debemos intentar evitar experiencias superficiales de “participación infantil” que no comprometen a la organización y que muchas veces tienen el efecto contrario al que deseamos, haciendo que los niños y niñas no comprendan lo que se quiere de ellos.
Desde Coordinadora Infantil y Juvenil de Tiempo Libre de Vallecas el trabajo en participación con los menores no se establece por decreto. Se entiende la participación como proceso en el que se tienen que dar varios aspectos:
- La formación de los educadores/as que trabajan con los menores.
- La creación de espacios apropiados para poder desarrollar experiencias de participación infantil.
- La firme creencia de que nuestros niños y niñas tienen capacidad para hacerlo y que como los adultos también se pueden equivocar… pero no pasa nada, también aprendemos de los errores.
En este trabajo de fomentar y educar en la participación, Coordinadora cuenta con 19 entidades educativas trabajando en red desde un marco común de actuación. Con espacios donde los menores pueden “acertar” pero también equivocarse en ese camino de aprender a participar. Y acompañando en este proceso, un conjunto de profesionales y personas voluntarias empeñadas en que los espacios de educación no formal sean espacios amables, acogedores……y participativos.